Delicadas margaritas de seda y organza dorada, mostaza, miel.. piezas de cristal en los mismos tonos... los ingredientes de esta diadema tan favorecedora. Flores naturales para el día pero también perfectas para la noche. ¿La clave? El estilismo elegido.
Las altas temperaturas de las últimas semanas dejan paso a días de verano perfectos, cálidos pero con aires frescos... con un punto bucólico ideal. Como esta diadema, un capricho en cualquier color, incluso con velito... muy años 50. ¿Os animáis?
¡¡Muchos besos y bienvenid@s de nuevo!!